GUERREROS DE AYER, SANADORAS DE HOY. Romance y viajes temporales en FAITH y OUTLANDER.

Una introducción breve y a modo de bienvenida.

Por varias semanas estuve anunciando este artículo en la portada de La Clínica del Drama. En el momento en que lo coloqué pensaba escribirlo pronto, pero tras pensar un poco sobre esta comparación de dramas recordé que alguien estaría muy gustosa con el tema, y sería una buena oportunidad para introducir la primera colaboración de otra autora en la web.

También esta persona ha estado muy ocupada, escribiendo para ganar sus frijoles, así que esperé un espacio en su apretada agenda de traducciones para que escribiera las palabras que van a leer a continuación. Creo que la espera ha valido la pena.

En este artículo de Dramalogía comparada, mi colega y amiga Sigrid Victoria (Sigrid V.) nos muestra, con su habitual diafanidad, puntos esenciales y memorables de estas historias.

Hemos cumplido pues, con esa asignatura pendiente… Gracias, Sigrid.

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Outlander (Forastera en la versión publicada en español), de Diana Gabaldón, fue la primera novela romántica contemporánea que leí, pues estaba yo muy distante de este género por allá por el 2006. Llegué a ella investigando sobre la batalla de Culloden de 1743, y conocí así de una excelente saga que inició mi curiosidad por el estado del arte de la novela romántica, tan poco apreciado por los estudios literarios entre los que me movía. Rápidamente hice a Sigrid parte de este hallazgo. Ella, lectora voraz, terminó los libros (los tres primeros) mucho antes que yo, y con el entusiamo del buen descubrimiento, juntas escribimos una ponencia sobre los temas fantásticos en la nueva literatura «rosa», para un evento de ciencia ficción y fantasía («Qué sexy son los fantasmas: influencias del fantástico en la novela romántica contenporánea, presentada en el IV Ansible, La Habana, 2007).

En el 2012, cuando nos llegó Faith, ya hacia unos tres años que Sigrid había puesto en mis manos los primeros doramas. Ver este trabajo de Song JiNa, provocó una inmediata evocación a la saga de la autora norteamericana. Desde ese entonces, una análisis de ambas obras era un tema pendiente en el tintero.

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GUERREROS DE AYER, SANADORAS DE HOY. Romance y viajes temporales en FAITH y OUTLANDER.

Por Sigrid V. y AnEnRi

Faith, producción de SBS, con guión original de Song Ji-Na, y Lee Min Hoo y Kim Hee Sun como protagonistas, es un drama de 24 episodios transmitido entre octubre y agosto de 2012; tuvo un rating aceptable en Corea, pero su éxito en el resto de Asia, y en especial en Japón, fue aún mayor. Outlander, basada en la saga literaria de la autora norteamericana Diana Gabaldon que cuenta con 8 novelas ( publicadas entre 1991-2014), es una producción británica por temporadas, de las que hemos disfrutados las dos primeras, con Caitriona Balfes y Sam Heughan en los roles principales: una superproducción STARZ seguida a nivel mundial, transmitida por cable y amparada en una poderosa campaña mediática.

Cuando vi Faith por primera vez ya había leído la saga de novelas de Diana Gabaldon. La semejanza entre ambos argumentos me llamó tanto la atención, que recomendaba Faith a mis amigos diciendo “es el Outlander coreano.” Tienen innegables puntos de contacto: una mujer con conocimientos médicos que viaja al pasado, y que se ve envuelta en intrigas políticas y en una relación amorosa con un guerrero.

 Ahora, con la adaptación televisiva de Outlander hecha por los británicos, tenemos dos producciones con una cosmología similar. Y surgen las comparaciones, cómo no. Dejemos de lado los aspectos técnicos, la dirección y la actuación, que presentan diferencias lógicas al provenir de dos países tan lejanos uno de otro en espacio y en ideología, y centrémonos en aquello que las hace semejantes: los argumentos.

Las heroinas

Claire, la protagonista de Outlander, es una enfermera inglesa de la Segunda Guerra Mundial. Su trasfondo es el mismo que en la novela, por supuesto: huérfana, criada por su tío arqueólogo, está habituada a cambiar constantemente de sitio y a vivir en condiciones de campaña. Ha visto morir a muchas personas y ha curado heridas terribles, es una “tipa dura” con todas las de la ley. Curiosamente, ya fuera por decisión del director o de la misma actriz, en la filmación se dejó de lado el humorismo del personaje literario, que la ayudaba a superar muchas de las situaciones difíciles en que se veía envuelta. La Claire televisiva es melancólica, siempre con los brazos alrededor del cuerpo como en un gesto de protección, ocasionalmente irónica. Esta mujer de aire nostálgico, que filosofa ante un jarrón expuesto en una vitrina, ha sido desarraigada por la guerra de todo lo que conformaba su vida, incluido su esposo, y está dramatúrgicamente lista para entrar en una situación que vuelque su vida de cabeza.

Yoo Eun-Soo, la protagonista de Faith, es una cirujana plástica de Seúl. Desde su aparición en el dorama nos pone una sonrisa en la cara, su carácter es una simpática mezcla de superficialidad, egoísmo e impresionante eficiencia en su oficio. No es ningún dechado de valentía, no se trata de una girl-scout, sino de una elegante señorita que ejerce en un distrito de lujo y que está buscando financiamiento para una investigación con células madres. Después llegamos a saber que abandonó la práctica de la cirugía tradicional al comparar el salario que ganaba un cirujano plástico luego de una hora de trabajo, con el salario que ganaba ella después de seis horas de luchar por salvar la vida de un paciente. Sin embargo, esa misma confesión aparentemente egoísta nos muestra con claridad su extrema sensibilidad, la implicación emocional con sus pacientes que no logra evitar. Así que ahí la tenemos, vestida con un traje caro y en tacones, impecable, a punto de ser arrastrada, literalmente, a una aventura que interrumpirá sus planes y su estilo de vida.

Los héroes

Choi Young, el capitán de la guardia del reino de Goryeo, está basado en un personaje histórico del cual la tradición popular afirma que: “trató el oro como si fuera piedras,” aludiendo a su insobornable honradez y sentido del deber. Y así de recto y decidido es este personaje, que aparece al principio de Faith con el aspecto más inconmovible del mundo. Un pasado doloroso, un presente que no lo hace feliz y del que intenta librarse repetidas veces sin éxito, van matizando nuestra percepción de este ninja mezclado con mosquetero. En abierto contraste con Eun-Soo, no tiene ambiciones de dinero ni de distinciones sociales, lo único que desea del futuro es una libertad que le permita olvidar todo lo que ha pasado al servicio de la familia real de Goryeo. Choi Young ha sufrido mucho, y su reacción ha sido la de convertirse en un “héroe solitario,” cerrado en sí mismo y durmiendo la mayor parte del tiempo como método de escape de la realidad. Es un personaje que da la impresión de debatirse entre sus sentimientos y su deber… conflicto en el que suele ganar el deber, al menos al principio de la historia.

Jamie Frazer es un apuesto joven escocés que, por retorcidas razones de la vida, ha perdido hasta el derecho de usar su propio apellido. Proscrito por la ley inglesa que imperaba en Escocia en el siglo XVIII debido a una acusación de asesinato (del que es inocente, faltaría más. Un héroe verdaderamente culpable al inicio de la historia no ayuda a despertar la simpatía de los lectores), se ha puesto al servicio del clan de su madre. A pesar de que le ha tocado vivir un pasado tan o más duro que el de Choi Young, Jamie es alegre, con una sana costumbre de reírse de sí mismo. Podemos decir que es inteligente y sensible, pero a la manera masculina: Si no puedo resolver esta situación, no le doy muchas vueltas y me concentro en lo que sí puedo resolver. Es impulsivo, y su sentido del deber, aunque muy presente en el personaje, no es tan inflexible como el de Choi Young.

EL PASO DEL UMBRAL.

La predicción.

Tanto en Faith como en Outlander, la protagonista recibe una espectacular lectura de su futuro antes de viajar al pasado. En ambos casos, el “médium” que la realiza se queda desconcertado por lo que ve y no sabe cómo interpretarlo. Bueno, ahí acaban las semejanzas, porque mientras Claire escucha hablar de “viajes sin moverse del lugar” y de otro posible esposo en un ambiente casi opresivo a pesar del té y de la clásica ama de llaves británica que le lee el “futuro,” Eun-Soo se ve envuelta en una escena hilarante, tanto por ella como por el desorientado médium que no logra sacar nada en claro del galimatías respecto a “las personas del pasado.” Es curioso que ninguna de las dos tenga más presente dichas predicciones en su aventura, hay que pensar que los acontecimientos que siguen son tan impactantes que dejan chiquitas a las lecturas de manos y varillas.

 El estatus interrumpido.

Ambas protagonistas están en puntos emocionales muy distintos al inicio de la historia. Eun-Soo quiere lograr un éxito profesional y romántico, tiene planes muy bien trazados y está dispuesta a luchar por realizarlos. En el momento en que ocurre la ruptura con su realidad, se encuentra en un centro de convenciones médicas dando una conferencia. Por su parte, Claire, con su relación matrimonial interrumpida por la guerra, desubicada luego de años de extraer balas y coser arterias en medio de sucios campamentos militares, intenta recuperar su normalidad en un viaje conyugal a la salvaje Escocia.

Y los chicos, por el estilo. Jamie, ignorante por completo de que está a punto de conocer a su media naranja, se encuentra en una expedición con los miembros de su clan materno, expediciones que, si creemos a Diana Gabaldon, eran comunes entre los escoceses de aquel tiempo para robar ganado a los ingleses o crear problemas con estos. Choi Young, al contrario de su contraparte británica, forma parte de la ley y el orden de su tiempo. Como guardaespaldas del rey de Goryeo que viaja de regreso a su tierra, Choi Young se ve obligado a atravesar un portal interdimensional que supuestamente conecta con los cielos, en busca de un médico divino que pueda salvar la vida de la reina. De esta forma llega a la Corea actual, convenientemente cerca del centro de convenciones donde Eun-Soo se propone lograr financiamiento para su investigación.

El paso.

Claire, buscando hierbas medicinales, se interna en un círculo de piedras para caer 200 años en el pasado, en medio de la refriega entre ingleses y escoceses. Sus primeros momentos en el pasado son bien caóticos: intento de violación por el antepasado de su esposo, rapto a manos de un grupo de feos y violentos escoceses, y el choque emocional de enderezarle un hombro al único lindo del grupo, Jamie (no es precisamente el tipo de contacto que una quisiera tener con esa espalda). Claire se ve obligada a aceptar rápidamente la realidad de su situación, no se trata de una filmación, sino de algo mucho más oscuro e incomprensible: ha viajado en el tiempo, y apenas lo comprende decide fingir que es una viuda en camino a reunirse con sus familiares en Francia. La quema de brujas es un hecho demasiado presente en el 1 700 como para hablar libremente del paso por las piedras célticas. A partir de ese momento, su único objetivo es el de regresar al sitio por el que puede regresar a su propio tiempo.

A mi modo de ver, Eun-Soo lo tiene más fácil en ese sentido, al menos al principio. Ella no cae en el pasado por sí misma, sino que es raptada sobre el hombro del atractivo Choi Young (qué envidia) hasta el Goryeo de mediados del siglo XIV, ¡mucho más de 200 años atrás! Los coreanos no se andan con chiquitas. A ella le dura más la explicación de que se encuentra en una filmación, cuyos actores han sufrido un accidente que no pueden reportar. Su situación es menos precaria que la de Claire, en un ambiente donde los guerreros manejan electricidad y hielo a su antojo (si vamos a tener fantasía, tengámosla en grande) y donde su presencia como médico divino es deseada… demasiado deseada para el gusto de Eun-Soo. Su propia seguridad hace necesario continuar la farsa de su origen celestial, y poco a poco su situación se hace más complicada que la de Claire.

EL DESARROLLO DE LA TRAMA.

No vamos a resumir aquí ambas series, simplemente, compararemos algunos elementos de su desarrollo para ver semejanzas y diferencias…

Las heroínas se establecen.

Tanto Claire como Eun-Soo, en espera de regresar a su propio tiempo, usan sus conocimientos médicos para sobrevivir en el pasado. La diferencia es que, mientras Claire trae consigo una amplia familiaridad con todo tipo de hierbas medicinales, Eun-Soo es una cirujana moderna que nunca antes se ha visto ante el reto de ejercer sin anestesia y quirófano esterilizado.

En el desarrollo de su relación romántica también hay diferencias de base. Claire se siente atraída desde un principio hacia el lindo muchacho escocés al que ha curado varias veces y que se ha vuelto su aliado en esa extraña situación en que se encuentra. Jamie termina siendo su tabla de salvación al casarse con ella para librarla del villano de la historia, el cruel antepasado de su esposo Frank. En cambio, Eun-Soo tiene todos los motivos del mundo para detestar a Choi Young (¿de verdad se puede detestar a alguien con esa cara?), al que considera culpable de haberla llevado al pasado y de retenerla después contra su voluntad, a pesar de la promesa que le hizo de dejarla marchar tras curar a la reina. Aunque también pone sus conocimientos de medicina al servicio del héroe, como Claire, lo cierto es que la herida a tratar se la hizo ella misma.

Partiendo de esas bases, sumando además el hecho de que Claire y Jamie, al estar casados casi desde el principio de la historia, tienen a su favor una intensa relación sexual para “adaptarse” el uno al otro, la historia de amor en Faith se desarrolla más lentamente que en Outlander. Y puede que ese sea uno de los factores que da pie a que el elemento que sigue tenga más fuerza en Faith.

La gran misión

Eun-Soo, necesaria al inicio para salvar la vida de la reina, no demora en convertirse en un factor decisivo para la política del reino. La ventaja que confiere el tener a un médico divino de su parte hace que todos los cortesanos comiencen enredos nada inofensivos para asegurarse el control sobre ella. En medio de un electrizante intercambio estratégico por parte de “malos y buenos,” Eun-Soo termina por participar activamente en las intrigas de Goryeo para favorecer al rey y a Choi Young. Esta fuerte presencia de la política en la trama inclina la balanza hacia la ficción histórica, dejando el romance como un complemento emocional.

En Outlander también se nos habla de política, pero no es hasta el final de esta primeras temporadas (aún ignoro si se filmará la adaptación del resto de las novelas de la saga) que Claire y Jamie asumen la misión de cambiar la historia y salvar a los clanes escoceses del desastre de Culloden, la fatídica batalla donde Escocia perdió hasta el derecho a usar sus atributos nacionales. Así, la realidad histórica se convierte en un trasfondo para contar la historia romántica.

CONCLUYENDO:

Héroes y heroínas, la principal diferencia.

Para mí, la mayor diferencia entre el dúo Eun-Soo/Choi Young y el de Claire/Jamie, es que los protagonistas coreanos son, cosa común en las historias asiáticas, personajes evolutivos. Cambian, no sólo en su relación romántica, sino en su estilo de enfrentamiento y hasta en su concepción del mundo. Los británicos ya llegan el uno al otro como “adultos” con convicciones bien establecidas, que consienten, a lo más, a ciertas concesiones hacia el estilo de vida de su pareja.

Esto influye en el punto de la historia en que las protagonistas renuncian definitivamente a las comodidades y ventajas de su tiempo para quedarse con el amor de sus vidas. Para Claire, ese punto llega hacia la mitad de la trama, mientras que Eun-Soo no se decide casi hasta el final, y creo que ella misma no sabe que ha tomado esa decisión hasta que se ve de nuevo en el Seúl moderno.

Y ahora pasemos al tema de la renuncia. Creo que Claire gana mucho con su aventura. No ha dejado atrás a otra persona aparte de su esposo, al que añora, pero del que ya se nos ha dejado saber, inteligentemente, que no le es tan cercano debido a la larga separación que sufrieron durante la guerra. Su trabajo como enfermera continúa en el pasado, su carencia de familia es cubierta por Jamie y los suyos.

Eun-Soo, en cambio, deja en su época familiares, carrera promisoria, un sitio que, para colmo, descubre mejor afianzado que nunca en el momento de tomar la decisión definitiva de quedarse a vivir con Choi Young (para mí, la escena en que ella, sola en el pasado, está viendo los videos de sus padres y el equipo se descarga, fue motivo de más de una lágrima). Claire renuncia a poco y gana mucho, y su elección es tomada después de activas sesiones sexuales de convencimiento, en las que Jamie parece ser experto; Eun-Soo renuncia a todo y gana a Choi Young (¿y te parece poco?, me gritarán las fanáticas de Lee Min Ho), ¡y decide hacerlo sin que haya mediado sexo! Si eso no es amor… se parece mucho.

En resumen…

Dos teleseries con argumento parecido, dos historias de amor entre viajeras del tiempo y apuestos guerreros del pasado, enfocadas de manera muy distinta. Aunque esta comparación no está destinada a promover la elección de ninguna de ellas, confieso que disfruté mucho más de Faith que de la adaptación de Outlander, a pesar de que la saga de Diana Gabaldon es una de mis ficciones históricas favoritas.

Y ahora sí, los invito a disfrutar de ambas y a elegir ustedes mismos cuál prefieren.